La palabra “cobalto” viene del alemán kobalt, que
viene del vocablo kobold, que es un término utilizado por los mineros durante
la Edad Media en Sajonia, para describir al mineral del cual se obtenía. Sin embargo, este metal en esa época, no se le concedía ningún valor y
había una creencia que contaba que decía, que había un duende llamado kobold
que colocaba este metal en el lugar donde había estado la plata que él había
robado. En el diccionario castellano del siglo XVIII figura con el nombre de
cobalt.
Está ubicado en
el número 9 de la tabla periódica que agrupa los elementos químicos y su número
atómico es el 27.
Es un metal duro, de un color blanco azulado y
ferromagnético. La temperatura de Curie es de 1388 K. Con
mucha frecuencia se halla junto al níquel y ambos forman parte de los meteoritos de hierro. Está comúnmente
constituido por una mezcla de dos formas alotrópicas con estructura cristalina
hexagonal y cúbica centrada en las caras, con la temperatura necesaria de
transición entre ambas caras de 722 K.
Para los mamíferos en cantidades pequeñas es un
elemento químico esencial. También tiene una gran
importancia en la elaboración del trazador y agente en el tratamiento del
cáncer.
Como se ve con
claridad, el cobalto es muy usado en aleaciones fundamentalmente de carácter
industrial.
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