Los metales preciosos tienen gran variedad de usos; aun cuando los
más conocidos y reconocidos a través de la historia son la joyería, las piezas
de arte exquisitas, la bisutería y las monedas. Con los avances en
investigación clínica, industrial y química unido a los impresionantes progresos en el desarrollo
tecnológico han sido artífices del hallazgo de otros usos, que antes pudieran
haberse considerado impensables. Es evidente, así sea poco reconocido
públicamente, que muchos de los logros alcanzados en la investigación pueden
provenir de intereses industriales, económicos y en algunos casos políticos,
pero más allá de todas las consideraciones,
lo cierto es que dichas investigaciones, que en ocasiones han llegado a
ser exhaustivas y muchas han terminado siendo grande fiascos económicos y
profesionales, han dado resultados exitosos, si se mira globalmente los avances
conseguidos en la utilización multifacética de los metales preciosos. Algunos
ejemplos de estos particulares usos, son los siguientes:
Oro
-Para reactivos de
hormonas, las sales de oro.
-Por su gran conductividad
y resistencia a la corrosión, en la elaboración de minúsculas partes para
electricidad y la electrónica.
-Para la elaboración de
los hilos que se usan para la cirugía plástica.
Plata
-Al igual que el oro,
por su gran conductividad, es muy usado en la industria eléctrica y
electrónica.
-Para el área médica,
el nitrato de plata es muy común como remedio para el tratamiento de las
verrugas.
Diamante
-Siendo el material más
duro de los hasta entonces conocidos, el diamante se usa para elaborar las
puntas de herramientas como fresadoras, amoladoras y cualquier otro tipo de
herramienta para cortar o perforar. La dureza del diamante es tan fuerte que
para romper un diamante se necesita otro diamante.
Las innovaciones y adelantos de carácter mundial en las más importantes
cadenas productivas de metales preciosos que evidentemente cubren toda la
mineralogía en general, han favorecido la visión científica, técnica y
económica, en la medida en que se ha comprendido con mayor
profundidad la caracterización física y química que propende por la búsqueda de
beneficios que vayan en pro de la purificación del medio ambiente, la
producción industrializada de las aplicaciones y la ampliación del mercado
objetivo.
Los quilates que era la
medida o “ley” o “título” con el que se evaluaba la
pureza del oro, hoy en día se expresa con mucho mayor precisión, llegándose a
hablar de milésimas de quilates. Un quilate o quilate, como normalmente se
conoce, es la medida de peso para el diamante y equivale a 0.20 grs., es decir, que cinco (5) quilates
equivalen a un (1) gramo.
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